jueves, 10 de abril de 2014

Pláticas de sobremesa. Causa directa. Jurisprudencia en reclamaciones empresas y otras entidades. Parte III



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Vacaciones

La consideración de la jurisprudencia sobre lo que debe entenderse como causa directa de los daños causados por Iraq durante la invasión a Kuwait, se ha extendido más de lo que me hubiera gustado. 

Sin embargo, no me siento frustrado; mi propósito es mostrar la importancia de las circunstancias de cada caso en la determinación de la jurisprudencia. También la labor creadora de la jurisprudencia ante los casos concretos; que son los que importan. 

Estarán de acuerdo conmigo que las reclamaciones ante el Panel E2 de la UNCC muestran la gran variedad de circunstancias que el escueto texto de la resolución 687 cubre. Así como la importancia de la jurisprudencia al darle contenido al texto legal, en cada una de la variedad de situaciones que se pueden presentar. Las exposiciones doctrinales, sistemáticas, que son muy útiles, sin la ayuda de la jurisprudencia pueden ser áridas e ir a parar al paraíso de los juristas

La buena noticia es que, con está entrega, descansamos durante la Semana Santa y no reanudamos sino hasta el Lunes de Pascua. 

Kuwait


Las reclamaciones incluyeron pérdidas en conexión con contratos, en relación con bienes muebles ('tangible assets’), en relación con negocios en marcha, costos de evacuación y ayuda.

El embargo comercial (‘trade embargo’) y sus efectos, se aplicaron durante el tiempo en que Kuwait estuvo invadido por Iraq. Una vez liberado, el embargo a Kuwait se levantó.

Contratos

Las reclamaciones eran por contratos entre dos partes Kuwaitíes, o entre una parte Kuwaití y una parte no Kuwaití, así como contratos con subcontratistas no Kuwaitíes. Cuando una parte contrató con Iraq, pero el subcontrato fue entre el contratista y el subcontratista, contrato en el que ninguno de los dos era parte de Iraq, se consideró como un contrato en el que Iraq no era parte.

En relación con los contratos en los que Iraq no era parte, en la Decisión 9 de la Junta de Gobierno, se estableció que una consideración relevante sería si las partes contratantes pudieron reanudar el contrato una vez que se levantó el embargo en contra de Kuwait, así como si las partes, de hecho, habían reanudado el contrato. Esta decisión se aplicaba, también, si el cumplimento del contrato tenía lugar fuera de Kuwait.

La exigencia de la prueba de las posibilidades de reanudar el contrato y de si el contrato se reanudó, tenía como finalidad eliminar reclamaciones en que la pérdida ocurrió por la decisión económica del deudor, que usó sus fondos disponibles para otros fines. En conclusión, si el deudor en Kuwait era una persona física, el reclamante debía demostrar, por ejemplo, que el deudor murió; y si era un negocio, tenía que probar que la invasión produjo su desaparición, su quiebra o su insolvencia.

Este principio tuvo consecuencias negativas para los reclamantes que, en todo momento sostuve y sigo sosteniendo, fueron excesivas y dieron diferente trato a los acreedores de deudores en Kuwait y a los acreedores de deudores en Iraq. Con el tiempo y la aparición de nuevas reclamaciones, tales como las de impago de tarjetas de crédito, se vio la necesidad de atemperar la regla.

La Decisión 9 resolvió, también, que Iraq no podía invocar fuerza mayor u otras causas de exoneración, fueran contractuales o de otra naturaleza.

Bienes en Kuwait

La causa directa y aparente de las pérdidas de bienes en Iraq, fueron las acciones de las fuerzas militares ocupantes (párrafos 12 y 13 de la Decision 9). El Panel encontró suficientes pruebas de que las tropas Iraquíes participaron activamente en el saqueo de los sitios en proceso de construcción, en las empresas y en las fábricas. 

Un reclamante, Gulf Cable, produjo una libreta preparada por un oficial iraquí, que abandonó en el sitio al huir de Kuwait. La libreta tenía el registro detallado del equipo y material que se había tomado, la fecha del transporte de los bienes, el camión usado en el transporte, el nombre del chofer y el lugar de destino en Iraq.


Igualmente, el orden de la sociedad civil desapareció durante todo el período.

En consecuencia, los reclamantes sólo tenían que probar la pérdida de los bienes estaban en Kuwait antes del 2 de agosto de 1990, para establecer la causa directa requerida.

Negocios en marcha

En cuanto a reclamaciones por pérdidas relativas a los negocios en marcha, los reclamantes sólo tenían que demostrar que el negocio fue interrumpido, saqueado o destruido. El Panel consideró que la situación demostrada hacía necesario que el estándar de prueba fuera bajo.

Pero si el negocio se reconstruyó, o reabrió, después de la ocupación, la compensación alcanzaría solamente por las pérdidas subidas durante el periodo en que fue imposible reconstruir o reabrir el negocio.

En resumen, en relación con esta importante cuestión, hubo tres distintas y separadas pérdidas que fueron consideradas como directas: (i) la pérdida de ‘negocios” (que incluyen contratos o prácticas negociales en curso, que tenían potencial de producir ganancias futuras y utilidades), y que estaban en marcha al 2 de agosto de 1990; (ii) pérdidas asociadas con la destrucción de un negocio que pudo ser reconstruido; y (iii) pérdidas asociadas con un negocio que no pudo ser reconstruido. 

Cada una dio lugar a criterios de evaluación distintos, que comentaré en el futuro

Evacuación y ayuda

Sobre estas reclamaciones, los comentarios son similares a los de la evacuación y ayuda en Iraq.


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Table Talks.  Direct Cause.  Jurisprudence on Claims from Companies and Other Entities.  Part III

Holidays

The consideration of jurisprudence on what should be understood as the direct cause of the damages suffered because of Iraq’s invasion of Kuwait, has extended beyond of what I would have liked.

Nonetheless, I do not feel frustrated; my purpose is to show the importance of the circumstances in the determination of the appropriate ruling for each specific situation. Also to illustrate the creative roll of jurisprudence for each specific case; at the end, only singular cases are relevant.

You will agree with me that the claims of the E2 Panel of the UNCC show a great variety of circumstances that are covered by the succinct text of resolution 687. Also the importance of jurisprudence when it provides content to the legal text, in each of the diverse situations that are presented. The doctrinal and systematic presentations, which are very useful, may also result in unfruitful experiences without the aid of jurisprudence and end up in the jurists' paradise

The good news is that, at the end of this post, we will became idle during the Holy Week, we will not resume until Easter Monday.

Kuwait


The claims included losses in connection with contracts, with regards to tangible assets, ongoing businesses, aid and evacuation costs.

The trade embargo and its effects were applied during the time in which Kuwait was invaded by Iraq. Once it was released, the embargo to Kuwait was also lifted.

Contracts

The claims were for contracts between two Kuwaiti parties, or between a Kuwaiti party and a non Kuwaiti party, as well as contracts with non Kuwaiti subcontractors. When a party contracted with Iraq, but a subcontract was executed between the contractor and the subcontractor, contract in which neither of the two were Iraq, it was considered as a contract in which Iraq was not a party.

With regards to the contracts in which Iraq was not a party, in Decision 9 of the Governing Board, it was established that a relevant consideration would occur if the contracting parties were able to resume the contract once the embargo against Kuwait was released, as well as, in fact, the contract was resumed. That decision also applied if the breach of contract took place outside Kuwait.

The requirement of proof of the possibility of resuming the contract and if the contract was actually resumed, had the purpose of disregarding the claims in which the loss had occurred due to the economic decision of the debtor, who used the available funds for other purposes. In conclusion, if the debtor in Kuwait was an individual, the claimant had to prove, for example, that the debtor died or became insolvent; and if it was a business, he had to prove that the invasion caused its disappearance, its bankruptcy or its insolvency.

That principle had negative consequences for the Kuwaiti claimants that, as I argued and still argue, were excessive. Also, it established undue different treatment to creditors with debtors in Kuwait and the creditors with debtors in Iraq. With time and the submission of new claims, such as non payment of credit cards, it was necessary to moderate the rule.

Decision 9 also resolved that Iraq could not invoke force majeure or other causes of exoneration, whether contractual or of other nature.

Goods in Kuwait

The direct and apparent cause of the loss of goods in Iraq, were the actions of occupant military forces (paragraphs 12 and 13 of Decision 9). The Panel found sufficient evidence that the Iraqi troops actively participated in the looting of sites in process of construction, in companies and factories.

A claimant, Gulf Cable, produced a notebook elaborated by an Iraqi official that he abandoned at the site as he fled from Kuwait. The notebook had a detailed inventory of the equipment and material that had been taken, the date of transportation of the goods, the truck used in the transportation, the name of the driver and the place of destination in Iraq.


Likewise, the order of civil society disappeared during the entire period.

In consequence, the claimants only had to prove that the lost goods were in Kuwait before August 2 of 1990, in order to establish the required direct cause.

Ongoing Businesses

With regards to claims for losses related to ongoing businesses, claimants only had to evidence that the business had been interrupted, sacked or destroyed. The Panel considered that the proven situation made it necessary to lower the standard of proof.

But if the business was rebuild, or had resumed after the occupation, the compensation would only amount to the losses suffered during the period in which it was impossible to resume or reopen the business.

In summary, with regards to this important issue, there were three different and independent losses that were considered as direct: (i) the loss of "businesses" (that included contracts or ongoing business practices, which had the potential of producing future profits and earnings), and that were ongoing as of August 2 of 1990; (ii) losses related to the destruction of a business that could be rebuilt; and (iii) losses related to a business that could not be resumed.

Each one gave way to different evaluation criteria, which I will comment on in the future.

Evacuation and Aid





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