viernes, 14 de abril de 2023

¿Qué calidades deben tener los árbitros, los jueces y los litigantes?

¿Qué calidades deben tener los árbitros, los jueces y los litigantes?

1.  Las preguntas y comentarios que oigo a menudo sobre la selección de árbitros, me llevan a una más general, que me parece es la más correcta.

 

  ¿Qué calidades deben tener los árbitros, los jueces y los litigantes?

 

2.  Necesitan, conocer el procedimiento y poseer el arte de manejarlo. Más en el arbitraje, que es informal y flexible, menos en el litigio judicial, que es más estructurado, rígido y formalista.  Concibo al arbitraje como un arte; al litigio judicial como un método.  Pero tanto en el arbitraje es necesario el método, como en el litigio el arte.

 

3. Necesitan conocer la teoría general del derecho, fundamentalmente el derecho de obligaciones y contratos. Es la base o estructura legal universal; valida en todo el mundo; salvo en las sociedades atrasadas o tiránicas. 

 

4.  Necesitan conocer la materia o sustancia de la disputa y los usos aplicables. No es lo mismo una disputa sobre un seguro o reaseguro, que una sobre la construcción de una hidroeléctrica, sobre un sistema de desagüe de una ciudad, o sobre transporte (marítimo, de puerta a puerta, multimodal, etc.), o sobre un cálculo financiero en operaciones sobre derivados, etcétera.  Esta es una triste enumeración que pongo solo con fines ilustrativos. La realidad es infinitamente rica.

 

5. En suma, el juez, el árbitro y el abogado litigante deben conocer el procedimiento arbitral o judicial, el derecho aplicable a las obligaciones y contratos y las circunstancias de hecho materiales de la disputa.  

 

6. El peso mayor cae en el litigante. Su misión es educar en la sustancia de la disputa al juez o al árbitro,  convencerlo de que su parte tiene la razón y, para ello, saber usar las reglas y estrategias del procedimiento arbitral o judicial.  El que domina las tripas, domina el caso.

 

 7.  El juez o el árbitro deben tener la capacidad de juzgar correctamente las afirmaciones 

 

8.  Como dijo el poeta: se hace camino al andar.  Cierto que es muy importante el estudio, y es lo mejor que puede hacer un estudiante o un joven abogado; pero también uno experimentado. 

 

9. La experiencia es indispensable, pero no se puede aprender limitándose a los libros, las clases, los diplomados, etc; a veces son solo barniz.  Pero si se adelanta con la lectura y la investigación. Las grandes obras de la literatura son grandes maestra de la vida.

 

10. La investigación es el núcleo. Cuando era pasante de Mantilla Molina, me lo empecé a encontrar con gruesos libros de toxicología; un día lo vi discutiendo sobre el tema con el médico de la Latinoamericana. Me dio la impresión de que ya sabía mas que el médico. Luego supe que estaba preparando la defensa de un caso contra la compañía de seguros ,que partía de una muerte por envenenamiento. 

 

11.  Años después me encomendaron un pleito sobre una gran mina de plata. No sabía nada de minería y mucho menos de esa mina. Siguiendo el ejemplo de mi maestro, busqué libros sobre la minería en México desde la colonia, sobre la minería en general; encontré entretenidos cuentos e historias. Pedí al cliente visitar la mina, que me explicaran su funcionamiento y sus problemas. Discutí con los ingenieros mineros, etc.  Cuando se abrió el caso, no era un mal abogado minero.

 

 12. No es el único caso y la variedad de experiencias, junto con la afición a la literatura, me han permitido pasarla muy divertido.

 

 13.  Pero lleva tiempo. No se puede ser sabio de repente, ni llevar muchos casos a la vez.  No se nace viejo y el que mucho abarca, poco aprieta. 

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